No sé cuanto tiempo llevábamos David, un amigo de Pont de Suert, y yo, diciendo de quedar para hacer esta vía ferrata. Este viernes pasamos del dicho al hecho, y se nos unió Didier, con el que también llevaba varios intentos fallidos de salir al monte.
La vía en cuestión es una de las que ha equipado Joaquín Olmo a orillas del pantano de Canelles, en el municipio de Corçà. Desde este pequeño pueblo se accede por una pista asfaltada a la ermita de la Pertusa, y desde el aparcamiento, hay que seguir un sendero por la izquierda del escarpe rocoso hasta el inicio de la vía, muy cercano al agua.
La reseña de los autores le otorga una cotación de ED (extremadamente difícil). Comparto con cierto amigo que la dificultad en ferratas es algo relativo, pero desde luego no es una ferrata para principiantes. Nada más empezar, un paso a lo tarzán en que hay que colgarse de dos cadenas ya sirve para hacer una criba. A partir de ahí, en la vía encontraremos largos con presas pequeñas y alejadas, algún cambio de cable expuesto y un buen paso extraplomado. Aunque los autores dan un tiempo de 2-3 horas para realizarla, a nosotros nos llevó una hora exacta.
A medida que se avanza, las vistas cada vez son mejores. Llegados al final, enlazaremos con la vía ferrata Olmo-Soler, y un último tramo de cadenas que sigue la cresta nos llevará hasta la ermita de la Pertusa. Un rato de charla disfrutando de las vistas, y al coche.
La vía en cuestión es una de las que ha equipado Joaquín Olmo a orillas del pantano de Canelles, en el municipio de Corçà. Desde este pequeño pueblo se accede por una pista asfaltada a la ermita de la Pertusa, y desde el aparcamiento, hay que seguir un sendero por la izquierda del escarpe rocoso hasta el inicio de la vía, muy cercano al agua.
La reseña de los autores le otorga una cotación de ED (extremadamente difícil). Comparto con cierto amigo que la dificultad en ferratas es algo relativo, pero desde luego no es una ferrata para principiantes. Nada más empezar, un paso a lo tarzán en que hay que colgarse de dos cadenas ya sirve para hacer una criba. A partir de ahí, en la vía encontraremos largos con presas pequeñas y alejadas, algún cambio de cable expuesto y un buen paso extraplomado. Aunque los autores dan un tiempo de 2-3 horas para realizarla, a nosotros nos llevó una hora exacta.
A medida que se avanza, las vistas cada vez son mejores. Llegados al final, enlazaremos con la vía ferrata Olmo-Soler, y un último tramo de cadenas que sigue la cresta nos llevará hasta la ermita de la Pertusa. Un rato de charla disfrutando de las vistas, y al coche.
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