Tras dos largos meses de parón, por culpa de una fisura en el menisco y el consiguiente paso por quirófano, al fin he vuelto a salir a la montaña. Para probar que tal, este último fin de semana Anaïs y yo cruzamos a la Ribagorza aragonesa, hicimos un pequeño pateo por los alrededores de Laspaúles con la excusa de hacer geocaching, y nos acercamos hasta Foradada del Toscar para hacer la vía ferrata del mismo nombre.
La vía supera una primera aguja larga y vertical; asciende por un aéreo espolón, y luego se cuela al interior de una canal, por la que se continúa hasta llegar a la cima.
Desde allí, se desciende por la cara posterior de la pared, y se realiza un flanqueo hasta llegar a un puente de cables que nos cambia de aguja. A partir de aquí iremos ascendiendo por diferentes paredes, en un tramo más vestido y menos aéreo, hasta llegar a lo alto de una última aguja.
Aunque este último tramo es menos sostenido que el anterior, la vía es bastante interesante y recomendable, y permite disfrutar de unas buenas vistas. El recorrido total lleva un par de horas.
Aproximación: Desde Foradada del Toscar, saliendo por la N-260 en dirección a Aínsa, enseguida veremos a la izquierda el monumento al rey Gonzalo de Ribagorza. Antes de llegar a él, por la derecha tomaremos una pista ascendente y seguiremos los carteles de madera que conducen a la vía ferrata. Dejaremos el coche en una pequeña esplanada -o antes si no lo vemos claro-, y desde ella caminaremos diez minutos hasta el pie de vía.
Retorno: una vez finalizada la vía, un sendero nos devuelve al aparcamiento en media hora. Su primera parte es bastante vertical y resbaladiza, pero está equipada con cuerdas fijas de nudos.
La vía supera una primera aguja larga y vertical; asciende por un aéreo espolón, y luego se cuela al interior de una canal, por la que se continúa hasta llegar a la cima.
Desde allí, se desciende por la cara posterior de la pared, y se realiza un flanqueo hasta llegar a un puente de cables que nos cambia de aguja. A partir de aquí iremos ascendiendo por diferentes paredes, en un tramo más vestido y menos aéreo, hasta llegar a lo alto de una última aguja.
Aunque este último tramo es menos sostenido que el anterior, la vía es bastante interesante y recomendable, y permite disfrutar de unas buenas vistas. El recorrido total lleva un par de horas.
Aproximación: Desde Foradada del Toscar, saliendo por la N-260 en dirección a Aínsa, enseguida veremos a la izquierda el monumento al rey Gonzalo de Ribagorza. Antes de llegar a él, por la derecha tomaremos una pista ascendente y seguiremos los carteles de madera que conducen a la vía ferrata. Dejaremos el coche en una pequeña esplanada -o antes si no lo vemos claro-, y desde ella caminaremos diez minutos hasta el pie de vía.
Retorno: una vez finalizada la vía, un sendero nos devuelve al aparcamiento en media hora. Su primera parte es bastante vertical y resbaladiza, pero está equipada con cuerdas fijas de nudos.
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