Ayer miércoles volví a las carreras de la liga de orientación nocturna. Hacía un par de años que no participaba en ninguna, y ya tenía ganas. La lástima es que la liga nocturna celebra siempre sus competiciones entre semana, y por motivos laborales muchas veces no puedo ir.
La carrera en cuestión era la Farra Nocturna, organizada por el Club Deportivo Farra-O de Vilassar de Dalt, y se celebró en esta población del Maresme. Podía escogerse entre dos circuitos lineales, C-1 de 6.4 km y 18 controles, y C-2 de 3,5 km de longitud y 10 controles. Como para mí se trataba de un test, escogí el corto. El terreno era más bien urbano: centro del pueblo, urbanizaciones y zonas arboladas de parques, de buena penetrabilidad. En la línea de salida nos reunimos unas cuarenta personas.
Las sensaciones fueron buenas, mi tiempo unos cuarenta minutos y llegué octavo. A ver la próxima.
La carrera en cuestión era la Farra Nocturna, organizada por el Club Deportivo Farra-O de Vilassar de Dalt, y se celebró en esta población del Maresme. Podía escogerse entre dos circuitos lineales, C-1 de 6.4 km y 18 controles, y C-2 de 3,5 km de longitud y 10 controles. Como para mí se trataba de un test, escogí el corto. El terreno era más bien urbano: centro del pueblo, urbanizaciones y zonas arboladas de parques, de buena penetrabilidad. En la línea de salida nos reunimos unas cuarenta personas.
Las sensaciones fueron buenas, mi tiempo unos cuarenta minutos y llegué octavo. A ver la próxima.
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