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domingo, 19 de abril de 2015

VÍA FERRATA DEL SANTO CRISTO


Después de casi ocho meses sin tocar cuerdas o hierros por culpa de una lesión de rodilla, y por fin con la autorización del médico para empezar a salir a la montaña y trepar, este pasado domingo llegó el momento de coger los trastos y volver a disfrutar de las alturas y el aire libre. De todas maneras, se imponía ser prudente y volver poco a poco, así que le propuse a mi amigo David hacer la ferrata del Santo Cristo, una vía que hasta ahora no nos habíamos planteado y que nos serviría, a ambos, para hacer cosas nuevas y llenar una mañana, y a mí en particular, para quitarme el mono y seguir probando mi rodilla. El resultado fue satisfactorio en todos los aspectos.

La ferrata del Santo Cristo es más bien un camino equipado, con un recorrido poco aéreo en general, sin desplomes ni pasos atléticos. Desde el aparcamiento las vistas son realmente atractivas, y las dos crestas que se alzan hacia lo alto y la verticalidad de la pared del congosto prometen mucho. Sin embargo, la vía rehuye esas crestas y resigue el interior de la canal que discurre entre ambas, en un recorrido inclinado que se hace trepando sin dificultad, con la línea de vida como único equipamiento.

el recorrido de ascenso, una trepada resguardada 
la subida es sencilla y se gana altura rápidamente


No es hasta que casi estamos en lo alto, que el trazado se desvía a la izquierda, desciende un poco y luego toma una cresta. Este es el punto más aéreo de la vía, y en él las vistas sobre el congosto son espectaculares. 


David, disfrutando de las vistas
sacando una foto desde el punto más aéreo de la vía

A continuación la vía se bifurca. Por la izquierda sale un tramo descendente, que no tiene salida y que ignoraremos. Por la derecha, la vía afronta un tramo más vertical, aunque no más difícil, que nos conduce al punto final del recorrido, el mirador de Olvena.

flanqueo con el que se finaliza la vía
El mirador. Podría ser la ferrata Feliz Navidad, pero no.






En resumen: una ferrata sencilla, pero agradable y con muy buenas vistas, perfecta para llenar una mañana.



Datos de interés

el congosto de Olvena, desde las alturas
Dificultad: AD / K2

Acceso desde: Benabarre (Huesca)

Aproximación: Desde Benabarre, saldremos por la carretera N-123 en dirección a Barbastro. Al adentrarnos en el congosto de Olvena, prestaremos atención, y tras pasar algunos túneles, y a la entrada de otro de ellos, veremos a la derecha espacio para aparcar y una señal indicando "puente de la Sierra". Dejaremos el coche y tomaremos el sendero que sale del aparcamiento. Después de cruzar el bonito puente que cita la señal, hacia la derecha encontraremos inmediatamente el inicio de la vía. Tiempo, 5 minutos

Recorrido: 1 hora

Retorno: Una vez en el mirador, tomaremos el camino que baja, y al llegar a las primeras casas del pueblo de Olvena, giraremos a la derecha, siguiendo las marcas del GR-45, para descender hacia el puente y el coche. Tiempo, 25 minutos

Material: Casco, arnés, disipador

Observaciones: Durante la aproximación, justo antes de cruzar el puente sobre el río, veremos que el camino continúa bajo la pared del congosto y que se inicia un tramo de cable. Si lo seguimos, llegaremos a una curva con un puente tibetano a medio construir, con sólo dos cables. Más allá no hay nada, pero es fácil imaginar lo espectacular que sería una vía que recorriera las paredes del congosto. Posiblemente, se trata de un proyecto de ferrata que quedó abandonado, a medio construir. Una lástima... 


Fotos: David Buil, Xavier


sábado, 28 de junio de 2014

GARGANTA DE SORROSAL: LA FERRATA


la cascada, vista desde el camino de acceso
Una vez se llega a Broto (Huesca) y se cruza su calle principal, al llegar a la altura del puente sobre el río Ara la vista acostumbra a desviarse hacia la izquierda. Por encima de los edificios, una poderosa cascada reclama nuestra atención: la cascada final de la Garganta de Sorrosal. El salto de agua, de unos noventa metros y fraccionado en dos, tiene una gran poza intermedia de la que, en época de grandes caudales, emana una nube de agua vaporizada que se intuye poco acogedora.

Esta cascada es muy conocida y frecuentada por los barranquistas: la garganta es considerada, desde hace años, uno de los descensos clásicos e imprescindibles de los Pirineos. Para ver lo referente a su descenso podeis echar un vistazo a Garganta de Sorrosal: el barranco, que complementa a esta entrada.

Al atractivo deportivo de su descenso, la cascada le sumó hace pocos años otra posibilidad: la de ascenderla mediante la vía ferrata que, por su derecha orográfica, remonta el gran salto y se adentra en la garganta sin tocar el agua. Ello permite, además, conocer la garganta en unas condiciones de caudal que serían prohibitivas desde el punto de vista barranquista.


las escaleras del primer tramo, y la poza intermedia
La vía ferrata asciende por el lateral de la cascada, superando inicialmente varios resaltes para acercarse a la poza intermedia de la gran cascada. Una serie de cuerdas fijas permite bajar hasta la misma poza para curiosear. El recorrido prosigue su ascenso, ahora de forma más aérea, superando un muro y conduciéndonos hasta un pequeño túnel. Se trata de una captación de agua que conduce a la parte superior del salto, dejándonos practicamente a ras de agua en la poza inmediata a la cascada. Esa primera parte está basicamente instalada a base de escaleras, posiblemente el material más adecuado para superar una pared de roca de calidad dudosa.

Una vez en el interior de la garganta, nuestros primeros pasos avanzarán muy cerca del agua, por lo que si la garganta baja crecida pueden complicarse las cosas. Valorad antes de subir.

Un flanqueo por la derecha orográfica nos conducirá hasta un puente tibetano a base de cables. No es el puente original, ni probablemente será el último: está situado por debajo del nivel de crecida, y el agua no acostumbra a perdonar cuando baja con furia.

Una vez al otro lado, seguiremos flanqueando en ligero ascenso hasta llegar a lo alto de una cascada de aproximadamente veinte metros de altura, en la que el trazado sale de la garganta y se aleja del agua para iniciar la parte final de la vía.


entrando en la garganta
el puente tibetano cruza una zona estrecha y estética



superando un pequeño desprendimiento...
...que había dañado la línea de vida


En su tramo final, la ferrata de Sorrosal supera un muro para luego recorrer una arista con buenas vistas sobre el pueblo de Broto y las montañas circundantes. Sin apenas dificultad, recorreremos sus últimos pasos e iniciaremos el camino de vuelta.

la parte final, ya completamente en seco, no presenta dificultades



desde lo alto se tienen buenas vistas de Broto y su valle

Datos de interés

Dificultad: D

Acceso desde: Broto (Huesca)

Aproximación: Desde el interior del pueblo de Broto, nos dirigiremos hacia la cascada, bien visible. Seguiremos el río por un sendero que recorre la orilla izquierda orográfica hasta un mirador metálico, cerca del pie del gran salto de agua. Cruzaremos una pequeña pasarela (va cambiando, el río la arrasa cada año) y una vez al otro lado encontraremos el inicio de la vía. Cinco minutos.

Recorrido: 2 horas aprox.

Retorno: Una vez al final de la vía, no tenemos más que tomar el sendero PR que une Fragén con Broto, dirigiéndonos a este último. 30 minutos.

Material: Casco, arnés, disipador.

Observaciones: Después de crecidas, el equipamiento puede estar dañado. De hecho, en la fecha de nuestro ascenso (enero de 2014) un desprendimiento había dañado la línea de vida en el último tramo dentro de la garganta.


martes, 10 de diciembre de 2013

TUCA DE BALLIBIERNA (3.059 m) DESDE LLAUSET


Hacía tres años, más o menos, que quería subir esta cima. Desde que me mudé al Pirineo. Y no ha sido por falta de ganas, ni de oportunidades, que haya esperado tanto: mi amigo Carles me lo había propuesto muchas veces, pero siempre acababa surgiendo algo que me impedía acompañarle. El pasado mes de octubre, por fin, subí al embalse de Llauset y, en compañía de Raquel, con un tiempo espléndido y sin ningún impedimento, cumplí con un objetivo que se había ido demorado demasiado.

Buscando y leyendo sobre el Ballibierna me llamó la atención un detalle: la falta de acuerdo sobre su altitud. Las revistas que he consultado (Desnivel, Oxígeno, Pirineos), así como la editorial Alpina, le atribuyen 3.056 metros; la wikipedia 3.067 m, y el Institut Cartogràfic de Catalunya, 3.062 m. Yo quería acogerme a la que diera el Instituto Geográfico Nacional, a priori la oficial, pero resulta que su web le da diferentes altitudes en función del mapa consultado: 3.059 m en el 1:25 000, 3.056 m en el 1:50 000 y 3.062 en el 1:200 000. ¿Cuál es la buena? A falta de saber la fecha de edición de los otros mapas del IGN, aquí me quedaré con la de 3.059 metros, propia del mapa 1:25 000 de 2006.

Vista de la ruta seguida en Google Earth

La ruta escogida para esta primera ascensión del pico -habrá más- fue la normal desde Llauset por el estany de Botornás. Este itinerario es posiblemente el más clásico, y no tiene dificultades destacables salvo el paso a Caballo. Después de coronar también la Tuca Culebres (3.053 m), para el descenso escogimos bajar por la normal del collado de Llauset, cerrando de ese modo un recorrido circular. Sobre esta y otras rutas de ascenso al Ballibierna hay abundante bibliografía, pero lo más actual es el magnífico reportaje de Carles Gel en la revista Oxígeno número 58 (octubre 2013).

dejando atrás el estany de Botornás

superando los estanyets de Coma Arnau

ascensión final, con la cresta de Roques Blanques detrás


en la cima del Ballibierna (3.059 m)


Sobre el famoso paso a caballo había leído y oído hablar, y tenía curiosidad por conocerlo. A la hora de la verdad, no nos dió absolutamente ningún problema, aunque es cierto que tiene mucho patio y uno no quiere pensar en las consecuencias de un resbalón. Coincidimos con un grupo que hacía la circular en sentido contrario, y que aseguraron el paso con cuerda: la mejor opción si tenemos la más mínima duda.

Una vez al otro lado se alcanza inmediatamente la Tuca Culebres.













cima de la Tuca Culebres (3.053 m), con el Ballibierna al fondo

en la cima del Tuca Culebres


Vista del descenso que nos espera desde el collado de Llauset

Un descenso sin complicaciones nos devuelve al punto de partida: el aparcamiento del embalse de Llauset. ¡¡Una jornada magnífica!!

el pico, omnipresente desde el primer paso y hasta el último

Datos de interés

Punto de partida: embalse de Llauset (2.200 m). Acceso desde la población de Aneto (Huesca) por pista asfaltada en no muy buen estado.

Horarios: unas 5 horas en total (3 h ascenso + 2 h descenso)

Desnivel: 850 m



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